Josep Castellana y Sangrá
Josep Castellana y Sangrá (1989-1998): una etapa crucial de transformación y vitalidad para el parque de San Eloy.
La década de los años setenta, la Asociación de Amigos del Árbol sufrió una cierta inestabilidad a raíz de unas presidencias cortas, algunas de ellas bastante efímeras, sobre todo si nos atenemos a las ejercidas por Josep Cercós y Enric Vilamajó.
Fue con el mandato del presidente Josep Castellana y Sangrá (1927-2013) que la entidad recuperó energías y vitalidad, convirtiéndose en el octavo presidente de la Asociación.
Él siempre solía comentar que desde pequeño el parque de San Eloy le fue muy familiar por la razón que sus padres le habían paseado con frecuencia para disfrutar de sus encantos y bellezas. Más tarde formó parte de la Junta Directiva bajo el mandato del Sr. Briansó, hasta que le correspondió alcanzar la máxima responsabilidad para dirigir los destinos de la Asociación de Amigos del Árbol al ser elegido como presidente en la asamblea celebrada el lunes 5 de febrero de 1979.
Persona de ideas claras, puso manos a la obra para la transformación del parque desde los inicios de su mandato, rodeando de personas movidas por el ideal similar al suyo como fueron Miquel Carné y Riba y Jaume Arrufat y Marquilles, y que con el resto de componentes de la Junta formaron un equipo de personas apasionadas por la revitalización del parque. También pudo contar con una gran complicidad desde la casa de la Villa, ya que el alcalde Eugenio Nadal y Salat, dió todo el apoyo necesario a la labor emprendida por los Amigos del Árbol.
De la fructífera etapa de su presidencia se puede decir que no hubo rincón del parque en que no se hiciera notar la acción transformadora y embellecimiento del mismo, siendo múltiples las obras y plantaciones hechas a lo largo de su mandato, recibiendo un impulso que hasta la fecha nunca se había producido en el parque.
De su acción en beneficio del parque santo puede destacar apenas alcanzada la presidencia la colocación de la piedra del Estatuto y la creación de la plaza de los cipreses, se rotularon todos los indicadores del parque en catalán y se plantó el primer olivo centenario junto a la fuente del Congreso. Más tarde se inauguró el nuevo parque infantil y el molino de viento proveniente de cal Canario de Altet. Se recibió la donación de la prensa del aceite de cal Palou de Conejo. Se hicieron mejoras a los caminos en el entorno de la plaza del Maestro Amigó.
En octubre de 1980 se inauguró el monumento del Barça, con motivo al Encuentro de Peñas Barcelonistas celebrado en nuestra ciudad.
La peña de los viajantes de Tàrrega hizo una donación de doscientas mil pesetas para la construcción de la Pérgola de los Viajantes. Atendiendo la solicitud firmada por más de mil niños de la ciudad para rendir un homenaje al desaparecido Félix Rodríguez de la Fuente, se aprovechó la ocasión para construir el corral de las aves. En septiembre del mismo año se inauguró el monumento al estatuto de Sau, con la asistencia del M.H. Presidente de la Generalidad de Cataluña, Sr. Jordi Pujol. Se compra la prensa de vino tortosina para el parque, para los Encants de Barcelona. Se remodela la plaza de la Balsa con la construcción de unos 286 metros lineales de pared de margen. Se hace el diseño y elaboración de los cincuenta bancos de hormigón para ser distribuidos en diferentes lugares del parque. En diciembre, para la fiesta de San Eloy, se presentan los proyectos de la construcción de la campana Montserrat y la maqueta para el rosaleda.
En el año 1981 se hace el montaje de la prensa del aceite, de la prensa del vino y también de las arcadas de Ossó de Sió. El plante de tres olivos gordal al plano de la explanada de los cipreses. Se remodela la plaza de la fuente del Congreso y el entorno del pino Viejo. En la celebración de la Fiesta del Árbol se inauguran las obras del camino de las Serpientes. Este año quedan instaladas las barandillas de forja sobre la fuente del Congreso y encima de la rosaleda. Josep Minguell pinta un fresco en la fuente del Congreso. También se ha inaugurado un circuito de footing cedido por la empresa del Cola-Cao, con un recorrido por diversos lugares del parque.
En el año 1982 se ejecutaron las obras de la rosaleda que se inauguraron en la Fiesta del Árbol de ese año con una gran participación de los escolares que habían contribuido, cada uno de ellos, en la compra de un rosal para ser plantado. El mismo día se inauguró el plante del olivo más grande del cabo, dada por Josep Pijuan, procedente de su finca de los Molares. En el lugar llamado explanada de los cipreses se sitúan quince columnas de piedra, procedentes del Patio de Tàrrega. Muy cerca de allí se situó el ventanal gótico procedente de la capilla de la Sagrada Familia que había existido en la calle Cervera hasta el año 1943. Se arregló una parte del camino Viejo y en la fiesta del Aplec se inauguró el Portal de los Targarines en las afueras. El 19 de agosto se inauguró la construcción de la fuente de Sant Magí. Se inauguraron las escaleras que bordean la fuente del Congreso. También el corral de las aves, la torre de las palomas y el mirador del Pirineo.
En 1983 se inició la cobertura de uno de los tres depósitos de agua de la ciudad que hay en el parque.
Se remodeló toda la plaza dedicada al Maestro Amigó. Quedan instaladas en el parque los restos del pajar de cal Llart.
Por primera vez se hace la misa del Gallo en Navidad en la ermita y se elabora un gran pesebre.
En 1984 se da inicio al desayuno con tostada y arenque en el marco de la Fiesta del Árbol.
Se hacen las obras de cubrimiento de los otros dos depósitos de agua del parque. Se recibía la donación de un tractor de época para ser situado en el parque. Se construyeron las escaleras de acceso a la plaza del Estañol desde la plaza de las Encinas. Se hace el traslado de la cruz de término del camino de Balaguer para situarla en la plaza de las Encinas. Se hace la remodelación de la totalidad del camino Viejo y se instalan los restos provenientes del Hort del Sanrama. En Navidad se hizo un belén monumental en el atrio de la ermita.
En 1985 en el marco de la fiesta del árbol se planta el roble del centenario. Se inaugura la fuente de los Amigos del Árbol para el Encuentro de ese año.
Una buena noticia para el parque es el acuerdo municipal de inicio de los trámites para la adquisición del terreno de Cal Fàbregas a través de un expediente expropiatorio, que recibió el acuerdo unánime del consistorio. También la Junta es conocedora de una ayuda concedida por el YRYDA de diez millones de pesetas que se pretende destinar a hacer un estanque en los terrenos de cal Fàbregas.
En 1986 Jordi Pujol visita el parque con motivo a la inauguración de las obras de cubrimiento de los depósitos de agua de la ciudad, naciendo de esta manera una nueva gran superficie de recreo en el parque.
El acondicionamiento posterior de su entorno propició la creación de esta gran área de recreo que hoy en día podemos disfrutar.
En 1987 tuvo lugar la inauguración del reloj de sol, instalado sobre la nueva superficie de los depósitos de agua. También se hace la mejora de parte del camino que conduce desde la fuente de la Rana hacia arriba del plano del parque. Se construye la fuente del Estatuto.
De hecho es tanta y tanta la obra realizada en estos primeros tiempos, que sólo puede entenderse por la acción de un hombre que ama el parque, que tiene una visión de conjunto amplísima y que trabaja para mejorarlo todo de arriba abajo. Sabía lo que quería para el parque y su ciudad, y se afanó a realizarlo.
La actividad en el parque fue frenética, realizándose en 1988 la reforma y mejora de la fuente de los Vientos. Este año la Asociación festejó el 75o. aniversario de su fundación y para dejar constancia de la efeméride se construyó el paseo de las Ginesteres.
En 1989 se prohíbe el acceso al parque de los vehículos y se crea una nueva zona de aparcamiento. En la ermita se sitúa la campana Montserrat, ofrenda de los metalúrgicos targarines.
En la reunión de 1990 se inauguró la reforma del paseo de Simón Canet junto a la zona del parque, dotándolo de rocalla, paredes de margen y de una abundante vegetación.
Para la fiesta de San Eloy de 1991 se bendijeron dos nuevas campanas para el campanario de la ermita, Jordina y la Retama. Con la colocación de estas dos nuevas campanas, quedaron los cuatro ventanales del campanario dotados cada uno de ellos de una campana.
En 1992 se celebra en el parque la fiesta nacional del Árbol, que permitió una gran plantación de árboles en el parque, desde la zona del ventanal gótico hasta la cruz de los Escolapios. Ese mismo año se reformó el primitivo monumento erigido a la memoria de los padres escolapios dotándolo de una gran escalinata de acceso y de una plaza como mirador hacia poniente. En el año 1993 al lado de aquel monumento remodelado, se inauguró el monumento erigido a la memoria de todas las víctimas de la guerra civil de 1936.
En 1994 se hizo la inauguración del monumento a Ramón Carnicer situado enfrente del monumento Maestro Güell. Un año después fue inaugurado el monumento dedicado a la familia y fue ese mismo año que la Asociación depositó sus fondos documentales en el Archivo Comarcal del Urgell.
En 1996 se llevaron a cabo las obras de arreglo de la plaza nombrada el Mirador de Prades y se levantaron las cuatro columnas que señalan la entrada al parque por la calle de la Paz-Amigos del Árbol y se situó en el paseo de la subida de la fuente del Congreso un tractor de época y una máquina segadora original de cal Trepat. Aquel año la ermita estrenó tres ventanales de nueva apertura, situados en la pared del mediodía.
En 1997 se inauguró el mural de bronce, el indicador de las montañas, las valles, pueblos y ríos que se divisa desde el mirador del Pirineo situado en la cara norte del parque.
En 1998, después de un periodo de gestiones y expropiaciones que se iniciaron en el año 1992, todos los solares que figuraban en el recinto de la sierra de San Eloy, como propiedades particulares, pasaron a ser de dominio público y propiedad del Ayuntamiento, celebrándose en febrero una gran fiesta en el parque para dejar constancia del evento, procediendo a la inauguración del nuevo paseo construido que va desde el ventanal gótico hasta la cruz de los Escolapios y los de sus laterales.
Hay que remarcar que en su periodo presidencial se actualizaron los estatutos de la entidad de 1963 para adaptarlos a los nuevos tiempos.
Decir que en 1995 la Asociación fue distinguida por la Generalitat de Cataluña con la Cruz de San Jorge, la cual recibió con orgullo y complacencia en nombre de las personas que a lo largo de los ochenta y dos años de vida de la entidad habían invertido tiempo y trabajo en la creación y realización del parque de San Eloy.
En 1990 vio la luz el libro de la sierra de San Eloy de Tàrrega de Joan Tous y Sanabra, escrito para conmemorar los setenta y cinco años de la fundación de la entidad.
Bajo su mandato de vigorizar la celebración de la fiesta del Árbol procuró atraer hacia el parque a los niños de las escuelas targarinas con propuestas seductoras para hacerlos conocer, amar y divulgar el parque.
Celebró asambleas ordinarias y extraordinarias, en gran número, para hacer partícipes a todos los asociados de las acciones a emprender para mejorar el parque y dar a conocer las actividades emprendidas y las que en el futuro se querían materializar. No se ha abatido nunca ante algunos hechos puntuales como algunas discusiones y protestas sobre la acción realizada, sobre todo cuando en la década de los años ochenta se procedió a la tala de árboles del parque para permitir dar mayor vida los que quedaban en pie. El presidente José Castellana creyó firmemente en el proceso iniciado para la mejora del parque en todos sus aspectos y fue fiel y coherente con el proyecto iniciado en tomar las riendas de la responsabilidad de llevar adelante el trabajo de la Asociación de Amigos del Árbol, procurando recuperar, en lo posible, el espíritu inicial de nuestros fundadores.
Fue un hombre entregado, incansable por la causa del parque, el cuál impulsó su causa hasta el último día de su presidencia.
Sus méritos hicieron que el día 30 de marzo de 2014, en el marco de la celebración de la fiesta del Árbol se le tributara un merecido homenaje en el parque de San Eloy, dando su nombre al paseo que conduce desde el acceso al parque, por el paseo de Simón Canet, hasta el monumento dedicado a los padres escolapios.
Su presidencia ejercida a lo largo de diecinueve años, supuso todo un revulsivo para la vida del parque de San Eloy.